Un enanito de un circo hace una apuesta con una puta muy corpulenta a que es capaz de satisfacerla veinte veces al día, pero pone por condición que lo hagan a oscuras y que cada media hora le deje salir cinco minutos de la habitación para recuperar fuerzas.

La puta acepta la apuesta y ya van por el decimoquinto polvo cuando ya no puede más, decidida a aceptar su derrota, enciende la luz y se sorprende al encontrarse en la cama a un tipo que no conoce de nada.

- ¿Quién es usted? ¿Y el enano? ¿Dónde está el enano? - dice la puta.

Y el tío le contesta:

- ¿El enano? ¿Se refiere al tipo que está fuera vendiendo entradas?

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